ENTREVISTA A JUSTO MOLINERO, DUEÑO DE RADIO TELETAXI
Realizada el 12/04/2011 con la ayuda de Sergi Capdevila y Quim Hernández
El hecho de que mi compañero fuera un ligón y dejara la radio me hizo ponerme delante del micrófono y ya llevo casi treinta años”
Ocho de la mañana. Justo Molinero se baja de su Harley en la puerta de Radio TeleTaxi. Saluda en un catalán forzado y cambia rápidamente a un castellano del sur para disculparse por las horas tan tempranas para una entrevista. Ese es Justo. Empresario, locutor, presentador y, sobre todo, un trabajador empedernido que apenas goza de tiempo. TeleTaxi es su casa y se nota, sus trabajadores lo tratan como a un padre. En realidad, lo es. Hace 29 años se bajó del taxi con una idea, a día de hoy esa idea le ha convertido en una de las voces más conocidas de la radio catalana y, sin embargo, pese a considerarse independentista catalán todavía se emociona cuando habla de sus jarotes de Córdoba.
Hace 44 años que dejó Villanueva de Córdoba para venirse a Santa Coloma, ¿La echa de menos?
En Villanueva yo fui feliz, a pesar del poco tiempo que estuve. Fueron mis primeros años. Pero estoy bien aquí.
¿Qué recuerdos tiene de su infancia allí?
La verdad es que los mejores y los peores. Los mejores porque fue una época muy bonita que la recuerdo con mucho cariño. Mi juventud con mis hermanos, mi familia, todos. Y muy triste, empecé a trabajar muy joven. Allí tengo amigos que ahora me da mucha pena cuando vuelvo porque yo los recuerdo cuando eran así (señalando con la mano la altura de cuando eran adolescentes) y ahora así son sus nietos. Uno tiene en la mente aquella imagen juvenil y todavía no se ha borrado. Yo tampoco soy el mismo de antes, pero claro, uno no se nota el paso del tiempo tanto como cuando se ve reflejado en los compañeros de niñez.
¿Qué le hizo dejar aquello?
Emigramos porque Andalucía no podía darnos lo que nosotros necesitábamos, que era poder desarrollarnos como personas. Nos hacíamos mayores, yo tenía 17 años, y no veía otras expectativas que las de trabajar y trabajar sin ver una peseta y mis hermanos lo mismo, nos íbamos a hacer adultos allí y pensé que era el momento. Allí había trabajado en una cooperativa, donde había currado muchísimo durante el invierno y para esperar que el próximo invierno en la cooperativa fuese igual ya me dije a mi mismo: “Antes muerto que a la cooperativa otra vez” y por eso nos vinimos aquí. Eso sí, llegamos tiesos, eran las circunstancias.
Llegó a Santa Coloma y siguió trabajando mucho. Empezó de mecánico y luego fue taxista ¿Cómo surgió la idea de hacer radio?
Yo era taxista y en Barcelona se disponía a recibir el Mundial de fútbol de 1982, el primer acontecimiento importante en la ciudad en mucho tiempo. Parecía que iban a pasar muchas cosas e iba a venir mucha gente y pensé que a lo mejor era el momento de montar una emisora de radio que estuviera dedicada a la recuperación de objetos o de cosas perdidas en el interior de los taxis. Además, como éramos una empresa de taxis con radio-teléfonos pues aprovechar la radio para promocionar nuestros teléfonos y que la gente nos llamara y así tener más trabajo. Con eso en mente fui a hablar con Narcís Serra, que era el presidente del área metropolitana y alcalde de Barcelona, y le propuse mi idea, porque la idea era también que la radio se escuchara en el metro y en el autobús mientras la gente viajaba, así cuando el ayuntamiento a nivel institucional quisiera mandar un mensaje que lo recibiera la gente. Le pareció una idea fabulosa pero también me dijo que no dependía de él la cuestión de las licencias de radio. Me fui un tanto desilusionado de esta reunión y empecé a darle vueltas. Mi idea era buena y decidí montarla en plan pirata por encima de lo que pensaran otros a ver qué pasaba. Y la monté.
¿Cómo fueron sus primeros contactos con el micro?
Yo monto la emisora no para hacer radio yo, en ningún momento había pensado hacer radio. El motivo era ayudar al ciudadano de Barcelona y ayudarnos a nosotros a tener más trabajo a través de la publicidad que le pudiésemos dar a la emisora. Contacté con varios compañeros taxistas que sí estaban dispuestos a hacerlo. Tenía uno por la mañana, otro por la tarde, y la emisora estaba por la noche cerrada. Eran los principios. La emisora funcionaba bastante bien y lo que pasa con la gente joven…Uno de ellos enseguida empezó a ligar, le salían chicas y la mujer le dijo: “Mira, esto no puede ser, o el taxi o la radio” y claro el chaval que estaba por la mañana me dejó, me dejó tirado, y entonces no me quedó más remedio que ponerme yo. Quizás se lo deba todo a él, el hecho que fuera un ligón me permitió ponerme delante del micrófono y ya llevo casi 30 años. Y así empezamos a funcionar a finales del 81 e inicios del 82. Pasaron los mundiales y la emisora siguió funcionando. Pensé que debía planteármelo de una forma más profesional, así que vendí la licencia de mi taxi y con ese dinero compré unos equipos más potentes para la radio hasta que el año 1986 nos cerraron.
Después del golpe, ¿Cuándo volvió a la radio?
El 14 de diciembre del año siguiente, estuvimos parados casi un año. Empecé a trabajar en una emisora de Mataró, me llamaron para trabajar allí y me llevé parte de mi equipo. Pasado un tiempo me ofrecieron la oportunidad de comprar el 50%, luego compré el 100% y en 1991, cuando el Consell Executiu de la Generalitat dio concesiones nuevas, nos dieron la de Radio TeleTaxi y volvimos a Santa Coloma de Gramenet. Entonces no me pareció ético dejar Mataró, que nos había acogido de maravilla, y empecé a rotar. Hacia un día en Mataró y otro en Santa Coloma. Luego empecé en Tarragona y combinando.
En todos estos años tras el micrófono, ¿Cuáles han sido sus mejores experiencias?
En la radio he tenido muchísimas buenas desde el principio. Una vez un compañero taxista tuvo un accidente y murió en la carretera de La Roca. Había que enterrarlo y costaba 470.000 pesetas que no teníamos y su familia tampoco e iniciamos una colecta con los oyentes de la emisora. Fue la primera vez que vimos que mucha gente seguía la radio y en una hora y media juntamos el dinero. Aquello fue una cosa que no se me olvidará nunca, en fin… (se detiene unos segundos emocionado).
Luego los festivales multitudinarios en Can Zam siempre traen buenos recuerdos.
Seguro que también ha habido malas…
Sí, no se me olvidará nunca la noche del 29 de diciembre de 1986 cuando desde el gobierno nos cerraron la emisora. Aquello fue una experiencia horrible, aunque siempre hay que sacar lo bueno de todo tipo de experiencias. Ahí estaba envuelto de unas gentes que yo creía que eran amigos míos y aquella experiencia dejó las cosas en su sitio. Aproveché ese año e hice el curso de acceso a la universidad para mayores de 25 años y todo aquello que no había podido hacer y centrarme en lo mío. De lo negativo siempre hay algo positivo que es de lo que tienes que aprender y tirar “palante”.
¿Se siente como un tipo raro haciendo un programa con claras raíces andaluzas en Cataluña?
El tipo de radio que hacemos tampoco es que sea muy fácil. Cataluña es como es, nosotros somos como somos y la gente que nos escucha es como es. Siempre ha habido un sector de la población de Catalunya, ahora ya creo que no, que nos tiene apartados. Que piensa: ¡Cuidado con estos!
Su estilo de radio es bastante peculiar, ¿ha tenido algún tipo de referente?
Referentes no ha habido muchos para mí. Escuchaba hace mucho tiempo a Andrés Caparrós y alguna gente por el estilo pero había poca cosa, poca radio que nos pudiera servir de referencia para hacer lo nuestro. Lo nuestro nace sencillamente de no tener ni idea, y dejar el teléfono libre para que la gente opinara. La gente fue pidiendo la música que quería y así la gente fue definiendo la radio que quería escuchar.
Ha ejercido como mecánico, taxista, empresario, locutor, presentador… ¿En qué rol cree que se ha sentido más a gusto?
Como locutor en la radio, la magia que tiene la radio no la tiene nada. Ahora empezamos el programa de televisión y no me aporta nada nuevo. Necesitas un equipo de personas para que funcione, en cambio, en la radio me siento autónomo, hago y deshago a mi antojo en el momento que lo vea necesario. En la tele es muy pesada la maquinaria porque dependes de mucha gente. Como la radio no hay otra.
Pero qué futuro tiene la radio…
Qué duda cabe que la radio está cambiando muchísimo, pero si la gente que la hace se va adaptando a los nuevos tiempos yo creo que será la que menos padecerá las consecuencias de las nuevas tecnologías. Y digo la que menos porque la radio es capaz de informar al momento y eso no lo tienen otros medios.
Usted se involucra al 100% con su proyecto, ¿Alguna vez le ha afectado a nivel personal?
Yo pienso y vivo en la radio las 24 horas y claro que te afecta, pero yo he conseguido hacer de mi trabajo mi hobbie. Yo disfruto haciendo mi trabajo y, por tanto, la gente que me quiera tiene que querer también mi trabajo. No entiendo otra manera de vivir sin la radio, me puedo ir de vacaciones y yo sigo pensando en la radio. Escucho la radio y solo veo los problemas que hay y las cosas que no se hacen como a mí me gustaría. Me pongo como oyente y me cabreo con mis compañeros, pero bueno, es lo que nos toca.
¿Es capaz de desconectar de la radio en algún momento?
No es fácil desconectar… a mí me gusta venir en moto, y vengo con la moto porque no escucho la radio. Con el coche me es imposible andar con él y no tenerla encendida.
Pero en su tiempo libre hará algo más que no esté relacionado con este mundillo…
Dar una vueltecita los domingos y salir con la Harley y escuchar el ruido de la moto que es otro tipo de música, ya me hace. Pero vivo por y para la radio.
La música de la Harley. Su vida gira entorno a la música. No hace falta más que echar una mirada a su despacho…
Esa guitarra flamenca que ves ahí, me la regaló el fabricante que las hace personalmente. Está valorada en unos ocho o diez mil euros.
Corríjame si me equivoco pero tengo la impresión que el flamenco es su música…
Sin duda, el flamenco bien cantado. Lo que pasa es que también hay otra forma de entender el flamenco hoy que es más fusionado, dirigido a un tipo de gente más joven. Entiendo que el flamenco bien entendido hay menos gente que le gusta, pero ahí radica también parte de nuestro éxito, saber hacia dónde vamos. No desengancharnos del flamenco de culto y enganchamos a la gente más joven que le gusta este nuevo flamenco-fusión.
No sé si tiene algo que ver con el flamenco, pero ¿Qué es el jaroteo?
Buena pregunta. No tiene que ver con la música, el Jaroteo viene de mi pueblo, a los de Villanueva de Córdoba nos llaman Jarotes, porque antiguamente se llamaba Villanueva de la Jara y la Jara es una flor muy bonita. En el programa de la tele (en alusión a Jara y Sedal) se ve muy bien, porque se ve la Jara de los Jarotes. Entonces Jaroteo es de mi pueblo, nacido allí. De mis orígenes viene el nombre.
Por cierto, 29 años de radio y solamente tres de Televisión, ¿Qué tal la experiencia?
Pues tenemos 3 canales de televisión. Es difícil tirar hacia delante pero creo que lo vamos consiguiendo. Muchas de las televisiones han tenido que cerrar porque están ruinosas. Con la nuestra no ganamos dinero, pero no perdemos y nos divertimos haciéndola. La tele permite que la gente nos vea, aquellos personajes que la gente los oye y se crea una imagen en su mente, pues en la televisión los pueden ver. Casi todos los de la radio hacemos alguna cosita en la tele y ya está.
Muchas gracias por su tiempo.
Gracias a ti, venga, vámonos al estudio que ya es la hora del programa…
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