Máster Marcelo Bielsa en la teoría de juegos

Artículo publicado dentro de la sección HISTORIAS DE LA LIGA de la web Masliga.com (27 de noviembre 2011)

Cuando nos acercamos al fútbol desde el punto de vista más lúdico observamos que realmente detrás de todo ese escaparate montado por el marketing y la cultura del espectáculo lo que realmente hay es un juego, sí como cuando somos niños. Y en los juegos para bien o para mal podemos reconocer unas pautas y unas situaciones que se repiten con una frecuencia determinada. Podríamos decir que los juegos son modelos de situaciones conflictivas a superar. Y como todo modelo, se puede estudiar, aprender, comprender e incluso prever con cierta exactitud.

Este verano aterrizó a nuestra liga un estudioso del juego del fútbol, Marcelo Bielsa. De hecho, no era su primer paso por España, tuvo una breve aparición hace unos años en el Espanyol pero no llegó a cuajar y ni tiempo tuvo para más, la selección argentina le reclamaba.

Josu Urrutia lo presentó como baza electoral y Bielsa antes de saber si entrenaría o no comenzó a desarrollar la teoría de juegos. Esta teoría analiza el comportamiento estratégico de los jugadores, no trata de ver lo que harás tú si no de intentar saber que piensa el otro que harás. Así que Bielsa se puso manos a la obra y visualizó dos veces todos los partidos de la temporada anterior del equipo que iba a entrenar, en esas visualizaciones tomaba apuntes de cada uno de los jugadores que tenía en plantilla e intentaba averiguar de qué manera podrían serle útiles.

Una vez se hizo cargo del equipo comenzó sus probaturas para ver si ese equipo era tal y como lo había visto, comenzó a conocer los jugadores uno a uno, sus inquietudes, sus objetivos, en general todo aquello que le podría interesar para iniciar su partida. Ese proceso fue bidireccional, él aprendía de sus jugadores y al mismo tiempo les enseñaba su idea para que ellos pudieran desarrollarla. En una primera instancia el shock de contenido, la gran cantidad del mismo y el poco tiempo para asumirlo pareció paralizar al equipo. Las pruebas de jugadores en posiciones que no eran las suyas tampoco ayudaron pero esta vez la directiva tuvo paciencia.

En los entrenamientos Bielsa comenzó a desarrollar su método. Los jugadores que todavía no habían visto el despliegue de una metodología similar fueron asimilando poco a poco esos ejercicios recreativos que reproducían situaciones reales de partido. Esto era para provocar las relaciones de contacto con jugadores con los que te relacionas en el campo y con el paso de los partidos se comenzaron a ver frutos. De Marcos, polifuncional con Bielsa, comenzaba a mezclar con Susaeta y Muniain, Iker comenzó a crecer en la combinación, Susaeta entendió que no se recibe al pie sino al espacio, Llorente supo que no estaría sobreexplotado en la transición ofensiva y Javi Martínez aprendió a jugar más atrás mientras Amorebieta lo hacía más adelante. Incluso Gorka asumió ser uno de los once jugadores y se convirtió en un activo y no un pasivo tanto en los ofensivo como en lo defensivo.

Sin embargo, todas estas mejoras no han venido solas. A parte de esa metodología de entrenamiento basada en la reproducción, Bielsa tiene dos vías de comunicación mediante el video: 1. La propia, mostrando a cada jugador sus errores y sus progresos y explicando cómo y por qué hacer cada cosa y 2. La del rival, investigando horas y horas qué chirria en el rival, cuál es el punto débil y cómo atacarlo. Pura teoría de juegos, el máximo de conocimiento para poder reproducir el juego que se desea desarrollar. Quizás no tenga las mejores piezas, quizás ni las apropiadas para ganar lo que se le pide, lo que es seguro es que sus jugadores aprenderán y si consiguen transmitir lo aprendido se divertirán, que es lo que se debe hacer en los juegos.

 

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